La facturación electrónica obligatoria en Europa es una cuestión que varía según el país y la legislación específica de cada uno. Sin embargo, en general, existe una tendencia creciente hacia la adopción de la facturación electrónica como un medio eficiente y sostenible para el intercambio de facturas entre empresas.
De hecho, la Directiva Europea 2014/55/UE del Consejo de la Unión Europea estableció un marco común para la facturación electrónica obligatoria en todos los intercambios del sector público (B2G). Todas las administraciones de los estados miembros deben procesar y recibir facturas cumpliendo con la norma EN16391.
En muchos países europeos, la facturación electrónica se ha vuelto obligatoria para ciertos tipos de empresas y transacciones. Es el caso de Italia, pionera en la obligatoriedad desde 2015 para todas las entidades públicas, y desde 2019 para el resto de empresas con ingresos inferiores a 65.000 euros anuales. A partir de 2024, todas las empresas, sin excepción, deberán emitir sus facturas de forma electrónica.
En España, la Ley Crea y Crece
Y este será el paso que España va a dar con la Ley Crea y Crece, primero para las organizaciones con facturación anual superior a 8 millones de euros, y a continuación, aproximadamente unos 3 años después, para el resto de empresas. Hasta el momento la facturación electrónica solo era requerida en el sector público, cuyos proveedores debían enviar sus facturas a través de la plataforma FACe.
Sin embargo, es importante destacar que algunos países han adoptado sus propios requisitos adicionales y normativas específicas para la facturación electrónica. A partir de 2024 será obligatorio para todas las empresas polacas que están sujetas al impuesto de IVA. En una situación similar se encuentra Francia, que en 2024 comenzará la adaptación para grandes empresas, y terminará en 2026 para las pymes y microempresas.
El reto para Luxemburgo y Alemania
En el lado contrario están países como Alemania o Luxemburgo, solo requiere la facturación electrónica entre administraciones públicas o empresas que colaboran con estas entidades. En las comunicaciones B2B, hay intenciones de implementarla, pero con resultados a largo plazo.
Ventajas de la facturación electrónica obligatoria
- Mejora la eficiencia y reduce costes al eliminar la necesidad de papel, impresión y envío postal.
- Automatiza los procesos, reduciendo errores y aumentando la precisión en el intercambio de información.
- Agiliza los procesos comerciales al facilitar el envío instantáneo de facturas, acelerando los ciclos de ventas y pagos.
- Brinda mayor seguridad y trazabilidad, garantizando un intercambio de datos más seguro y rastreable.
Para facilitar el intercambio se han establecido plataformas y sistemas electrónicos de facturación que facilitan este proceso y garantizan la interoperabilidad entre los diferentes actores involucrados. Estas plataformas pueden ser públicas o privadas y permiten la transmisión segura y el procesamiento automático de las facturas electrónicas.